“Deshechos. Ellos quieren que consumamos. Muy bien, consumamos cada vez más, y lo que sea; con cualquier propósito inútil y absurdo". La frase corresponde a Gilles Deleuze (filósofo francés) y me parece de una abrumadora y cruel actualidad. Vivimos así, sin tiempo para pensar, sin tiempo de meditar. Amor Líquido, tal vez pueda actuar como apertura a reflexiones que tienen que ver con el contacto con los elementos, fragmentos que, cotidianamente, nos exceden (la basura) y, por otro lado, relacionarnos con nuestros sentidos. Amor Líquido es el resultado no de singularidades sino de un grupo personas que entendieron la importancia de vincularse, de crear y de dejar atrás cualquier tipo de egoísmos, a través del juego con los materiales, toda esa energía en compromiso con una propuesta completamente distinta y motivadora. Debería haber más lugares de experimentación así”, María José Zamorano.

“Como vivencia fue muy gratificante. Antes de empezar pensaba en cuánto podría aprender con esta experiencia. Hoy me resulta incalculable. La experiencia del reciclaje, el trabajo en equipo, el intercambio interdisciplinario. La creación. Soporte y materiales: productos de belleza. Y en busca de un equilibrio entre lo sólido y lo líquido. Nosotros jueces y parte en el asunto. Nos unimos y consolidamos un grupo de personas, muy sensibles, que no quieren caer en la liquidez”, Vanesa Sangoi.

“Lo que me motivó a anotarme en el workshop en una primera instancia fue la combinación entre reflexión y experimentación propuesta en la convocatoria. Ambas son variables que deberían ser propias del diseño, pero se encuentran descuidadas. Personalmente, tenía ansias de intentar hacer las cosas de otra manera, de romper con la rutinaria rigidez del medio académico y laboral; es decir, del diseño en general. Fue increíble encontrar un espacio de expresión, de indagación, de libertad total; abandonando juicios y prejuicios. Experimentar y jugar. Disfrutar tanto de el “hacer diseño”. La tolerancia, el desprendimiento del ego, el compartir. El considerar las ideas individuales como colectivas. Y por último, pero no menos importante, conocer gente tan increíble. El proceso fue tan interesante, que destronó al resultado, al producto final, otorgándole un rol secundario.La instalación me encantó, porque la veo y veo todo esto. En fin, una experiencia muy sólida“, Josefina Grinberg. “Sinceramente la liquidez nos invade queramos o no. Perteneces, la alimentas con cada acción ya que nos inculcan desde pequeños que debemos adaptarnos a esta sociedad. Lo bueno del workshop fue que nos hizo reflexionar: Somos jóvenes y esta bueno que seamos conciente de lo que estamos creando. Como diseñadores, nosotros hacemos “tendencia” y somos responsables del consumo masivo. En todos lados hay diseño y si diseñamos desde un punto de vista más comprometido, dejamos un mensaje, estamos aportando, no sólo en lo estético sino también en lo conceptual“, Romina Estecher.

“Desde el punto de vista del diseño en el workshop tomamos conciencia sobre nuestra responsabilidad como diseñadores a la hora de diseñar un proyecto, haciendo foco en el vínculo que genera entre un diseño y su receptor, que es una etapa que aparece después del impacto, aceptación. Allí en el vínculo es donde el diseño puede lograr que se fortalezca, se alimente, se desarrolle y cumpla un ciclo que al desvincularse pueda generar un nuevo vínculo”, Paola Burniego.

“Para mí esta fue una experiencia increíble. No tengo las palabras para describir como me siento a partir de lo q vivimos. Fue algo diferente a todo lo q vivi hasta ahora, nunca me paso algo asi. nunca estuve con tanta gente q pudiese sentir tanto y poder demostrarlo sin prejuicios...soltarse, expresarse, jugar, divertirse y aprender de los demas (y de uno mismo tambien, porqué no. Después de vivir todo esto me siento renovada“, Flavia Collovati.

“No se concretamente lo que es el amor, me anote en el workshop por que me llamo mucho la atención. Fui pensando con que me iba a encontrar. Cuando llegue vi muchas personas que estaban en la misma que yo. A medida que hablábamos entre nosotros, la sonrisa se me agrandaba, empezaban a nacer vínculos nuevos muy positivos. Ya cuando nos pusimos a trabajar con los desechos, sentía que no debía cerrarme trabajando en algo puntual, y trataba de trabajar un poco con todos, eso me hizo sentir muy bien, y mucho mas cuando vi que todos iban rotando sin saber por que, encastrando una botella de perfume acá, armando tramas increíbles allá o generando volúmenes que llamaban mucho la atención. Bajando ideas entre todos diciendo lo que sentíamos y tratando de aplicarlo al diseño, genero una energía sorprendente que se reflejaba en los productos que iban naciendo. Fue tremenda la acción de diseño grupal que se armo, me hizo ver lo que se estaba perdiendo el mundo, y genero un cambio en mi en la forma de ver las cosas, que ahora trato de aplicar al diseño. El proceso de esos días fue una experiencia increíble que me hizo acercarme mucho más de alguna manera al significado del amor“, Matías Quiroga.

"Como sentirme no identificada con tanto contenido. Sabiendo que como proyectista de objetos y productos industriales que genero, evitando pensar, cuanto desecho, cuanto descarte, cuanto se produce y cuanto contaminamos al fin. Siento la necesidad de volver. De volver al ser, a la tierra, a los espacios en blancos que perdí hace un tiempo para resurgir después de tanto agobie de tecnología, y de esta vida virtual que me termina alejando de lo que realmente necesito que es el verme cara a cara para poder sentir y tocar al amor“, Gisela Rademakers.